Internet y la herramientas web 2.0. ¿Favorecen o entorpecen el aprendizaje?

Son muchas las voces que todavía igualan el uso de Internet en manos de un estudiante con jugar en una consola, es decir un elemento obstaculizador y distorsionador del proceso de aprendizaje. No obstante, el profesorado de hoy en día se enfrenta a un reto sin precedentes: conseguir que las herramientas digitales se conviertan en elementos favorecedores que den un valor añadido a la Educación.

Manuel Blázquez - Septiembre 2017

Piensen por un momento, la cantidad de correos electrónicos que se mandan diariamente. Súmenle la cantidad de veces que se sube un tweet, que se responde a un post o que saludan o participan en alguna conversación entre amigos en Facebook o en cualquier otra red social.

¿Cuántas cartas o escritos han realizado últimamente a mano? ¿Y cuántos escritos ha hecho en su procesador de textos? ¿Cuántos WhatsApps puede mandar en un día? Haga la prueba y quizá cuente una cifra cercana a la centena.

Esta actividad digital diaria es algo normal para cualquier persona y se ha hecho hueco en nuestras vidas de forma generalizada. En las escuelas y mucho más en los Institutos de Secundaria, los alumnos no son ajenos a esta actividad y en ocasiones, su actividad digital supera con creces a la de sus profesores.

Internet y las herramientas digitales resultan, hoy en día, un recurso imprescindible, no solo como elemento de ayuda a la formación sino como medio de comunicación. Los profesores lo saben y no pretenden luchar contra ello sino darle la vuelta a la tortilla, es decir, extraer de las herramientas digitales todas sus posibilidades. He aquí algunos ejemplos.

El blog de la clase

Realizar un blog es algo sumamente sencillo. El proveedor de blogs, como Blogger o Wordpress, suele disponer de formatos preprogramados para que el usuario no tenga que invertir ni un solo minuto en desarrollar código alguno en la realización de este tipo de página web. ¿Pero cuál podría ser su utilidad en el aula?

Cualquier materia está dividida en capítulos o secciones y normalmente su repaso suele ser objeto de aparición de múltiples dudas por parte de los alumnos. El problema es que a menudo la dinámica de clase o la timidez o incluso cierto rechazo a seguir las instrucciones suelen ser bloqueos que impiden que los alumnos intervengan de forma activa y participativa en clase. Aquí entra el blog.

Imagínense por un instante que una clase de Ciencias Naturales está estudiando la atmósfera terrestre en la que abundan multitud de nombres propios, composiciones características y un sinfín de diferente terminología. El profesor podrá crear una nueva entrada en la que presente las partes claves del tema y lance una serie de preguntas relacionadas con aquello que más dudas suele generar. Para ilustrar las cuestiones, el profesor adjuntará fotografías e incluso videos relacionados con el tema.

El resto a partir de aquí será un toma y daca de respuestas de los alumnos y nuevos retos propuestos por el profesor, que en muchas ocasiones se verá sorprendido por la gran capacidad de atención e interés que despierta el tema en sus alumnos.

Elementos audiovisuales para explicar

Observen este ejemplo audiovisual.



Resulta un sencillo video realizado con recursos poco costosos e incluso gratuitos, sin contar el tiempo invertido en su realización. Creen que el video se ha editado por alguna High School en alguna ciudad de Oregón. Pues no, este video ha sido realizado por los profesores del departamento de Tecnología en instituto bilingüe madrileño. ¿Y qué se ha conseguido con ello? Fundamentalmente tiempo. Tiempo de los alumnos que desde casa podrán visualizar tantas veces como quieran la explicación del funcionamiento de un sistema de poleas.

Los alumnos crean sus propias lecciones

Casi todo el mundo conoce Wikipedia. Una enciclopedia en red creada por y para los usuarios. ¿Por qué no trasladar esto a la educación? Al igual que un blog, crear una wiki es muy simple. Basta con registrarse en un proveedor de wikis, comenzar a escribir y a “soltar” fotografías, esquemas e ilustraciones alusivas. En un instituto de secundaria, el profesor preparó una wiki y sobre ella, escribió un simple guión sobre el que se tendrían que desarrollar los contenidos relacionados con el tema de la Electricidad.

En base al guión, los alumnos buscaron material en la Red y ellos mismos compusieron el tema. Para ello tuvieron que seleccionar información de otras fuentes, leer y estudiar sus contenidos y separar lo esencial de lo accesorio. Cuando todas las secciones de la wiki estuvieron terminadas, el profesor, tras corregir los errores y adaptar los contenidos al nivel de sus alumnos, les propuso algo sorprendente.

Para el próximo examen de electricidad los alumnos tendrían que estudiar la wiki realizada por ellos mismos. Los alumnos no salían de su asombro cuando le preguntarton si se estaba dando cuenta de que todos iban a aprobar. “Pero profe, si la wiki la hemos hecho nosotros” decían. “Efectivamente, la habéis hecho vosotros. Y para ello, habéis tenido que estudiar los contenidos. Creo que estáis suficientemente adiestrados en Electricidad como para aprobar cualquier examen que os pusieran”. Y así fue.

Herramientas educativas del presente para instruir ciudadanos del futuro

Las herramientas descritas y la enorme lista de recursos disponibles y gratuitos para hacer posters desde casa, mapas y esquemas de contenido, presentaciones electrónicas y escenarios interactivos vienen a suplir la falta de recursos con lo que se cuenta en los centros de formación.

Sea como sea, hay que contar con que la mayoría de los alumnos disponen de ordenador con conexión a Internet en casa. La media de horas semanales por asignatura, a excepción de Matemáticas y Lengua es de 3 horas semanales. ¿Y quien se cree que con tres horas semanales es suficiente para instruir a un alumno en cualquier materia?

Todos los expertos en educación están de acuerdo en que para poder asentar suficientemente los conocimientos obtenidos en un curso o en una asignatura, el trabajo práctico y el estudio personal son esenciales. Y normalmente se valora ese tiempo personal de dedicación de al menos entre una y dos veces el tiempo de instrucción directa. Esto significa que por cada hora que un alumno presencia en clase los contenidos, tendrá que dedicarle al menos igual o el doble de tiempo en casa para poder dominar suficientemente dichos contenidos.

Los recursos digitales y las herramientas web 2.0 son entonces, utilidades muy importantes que vienen a asistir al proceso de aprendizaje. ¿O acaso pensaban que se puede instruir a los ciudadanos del futuro con herramientas del pasado?

“Somos polvo de estrellas que piensa acerca de las estrellas. Carl Sagan (1934-1996)”